3.7.06

La guerra con Chile [pasaje]*
A Miguel Grau

Y nos quedaremos encerrados
viendo fluir mansamente las aguas de la piscina
tu rostro de alabastro adornaré
con oro rubíes una diadema de semen
en la pureza de tu frente
un símbolo de libertad
aunque nada se escuche de tus aes de amor
y soledad
placer y destrucción
entre las cortinas y alfombras persas
la guerra es un ruido demasiado lejano
demasiado imbécil
y nadie habrá que merezca mi canción
todas las familias han emigrado
o entregado su culo al enemigo

La Virgen del Carmen protegió
a mi amada de una violación
en los alrededores del olivar
Ahora se santiguan las viejas
al ulular las sirenas
¿Quién vive? se escucha entre la noche
y una bala perdida va a caer
junto a la orquídea — apuramos el
jarro de limonada y beso tus pezones
entreabriendo la bata, la seda no
es más suave que los pétalos de
las rosas amarillas rojas y grosella con
que estrenas tu concha
para mí
este esplendente atardecer

Verano liba el jardín y el recuerdo
de las grandes celebraciones en la terraza
Dale luz a los muslos de mi amada
inclínala sobre el paño verde
y prohíbele juntar las piernas para siempre
Que los sótanos se abran de par en par
sea bebida toda la reserva de licor
hagamos posible la dulce ceremonia del suicidio
en vida
el enemigo hallará nuestros cadáveres
ebrios desnudos gozando de la
gamuza de tus pies con el cristal bohemia
roto sobre nuestros sexos calientes

Porcelana, baños, yerba de los
prados, grifa, dedicarse al polvo
el lenguaje de la música en el
silencio de los pasillos, sólo los
abrazos y las caricias alucinadas
derramándose en copones lubricados

[...]


* Roger Santiváñez (Piura, Perú)